Tal vez muy tarde para escribirte; aun así, heme aquí hundida en mi cama, escribiendo, escarbando en mi interior, en la memoria, en un recuerdo promiscuo y a veces, pasajero; o mas bien, demasiado intenso; volátil por no decir explosivo, lejano por la ausencia.
Adormecido por el dolor que me causas, me agredes sin saberlo, me vuelves vulnerable. Y estas ahí, con la tranquilidad de una tumba; presente sin la mínima respuesta, carente de importancia para ti. Fuera de mi vida con la tuya escondida.
Lejos… muy lejos para saber donde buscarte, o si acaso quiero encontrarte; inventándote fuera para tenerte dentro, aun sabiendo que dentro estas afuera…
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