viernes, 26 de noviembre de 2010

Espina... proyección lunar

Y quien creería que es en letras donde constituyo lo mas cercano a una autoría contundente de sentimientos plasmados a voluntad. Es justo aquí donde almaceno mis sentires para reflejar... Es en esta, tuya y mía, imagen surrealista, donde te compongo las mas perfectas frases de elegancia para hacerte saber que es por ti que coliciono mis infiernos cielo mío ante mis días, ante el infinito de mis noches y sugestivos amaneceres... Y hoy tras horas de pausa activa profundizo que en mis ayeres a tu lado descubrí que en solsticios dejavus te conocí para enamorarme y hacerte mía por el infinito que uno... Que un beso me encontró en ti...
Luna menguante que te amo desde aquella instancia eterna que te envenenó en mis brazos y descubrió en mis espinas la posibilidad... que sublevo la causa efecto para reconocer mi fuerza oscura en mi debilidad...
Y quien diría que me faltarían las palabras para expresar que he transformado el hielo eterno a vanidad por ese argumento silencioso que no me canso de imaginar pues confiero inevitable a mis impulsos de perfecta armonía causal... Pero si de juguetes de destino atrayente nos atrapo, o de papel ardiente nos escribió... Esta, es mi arma incandescente, el suspiro de mis sueños, la sustancia de mis imágenes, de la inmensidad de mis abismos, de la indescendía y la inconciencia, de ese momento que me puso en tu camino para aprenderle a la noche su magia lunar...

miércoles, 10 de noviembre de 2010

QUE DA BA YO (...)

Quedaba yo en el tiempo en la oscuridad, cognitiva perpetuidad de menesteres, quedaba yo y no era nadie, convulsión para apartarte, para llevarte de mis escombros inútilmente, esos que eran pedazos de mi fuerza sobre humana.
Estábamos aquí escondiéndonos en momentos y de absortas sugestiones nos envenenamos, nos acabamos, me destruiste porque estaba aquí y perdí mis pasos. Era antesala de un sueño poco imaginado y aun así pensé en ti... En ti... Y quedaba yo y lo entendiste, me abstrajiste y lo ocultaste, te largaste y oscureciste la conciencia, la experiencia, la esperanza...
Quedaba yo y te marchaste, me olvidaste, confundiste mi presencia por lo más conocido, por lo que no te daba, por la falacia del cuento... Estúpido cuento de hadas... Quedaba yo y efervesciste en realismo imaginario, abstracto, conferiste en alejarte... Quedaba yo y me lastimaste, me arrancaste la demencia para enredar mi tacto en lágrimas nocturnas de cuerda sensatez de infierno frígido ¿por qué? Porque quedaba yo...

Narrador Omnisciente

Semejanza, realidad, no, no lo entiendo, quizá sí, quizá es por mi o por el contexto, quizá me desperté tarde y olvide; no, no es tristeza, es omisión, es remembranza, es calidad por tiempo; a quien le importa si no a mí que me arrepiento mientras camino al infinito, mientras trazo mis pasos en tu alfombra elaborada; colaboro en angustias, de certezas, de encuentros furtivos, de posibilidades. Desengaño mi poder por lo que no tengo, me ausento porque no tengo nada que perder; me acomodo como siempre, como siempre y me caigo a pedazos sin que me puedas ver, es así como es, como es mientras te freno omnipotente y me deshago de ti… es así personaje – conflicto es así… que no queda ni espacio… no queda desencanto, no queda nada, nada para mi… derramándome en tinta para ti… desconciértate que me atrevo a memorar preludio a un beso… un beso… congruente a actos de canibalismo superfluo, desmoronándome, absorbiéndome, ahogándome; tramoya caída de telones blancos… blancos… me deslumbro y sigues lastimándome… no importa… no importa… que pasa con la lluvia… es la lluvia, sólo eso pero, ¿qué más da si se quita o me pierde?… de mi no queda más… quizá… quizá no puedo respirar y escribo lo que encuentro, lo que sueño… me despierto… ¡no!... hipnotízame antagonista de conceptos, invéntate un final…

viernes, 5 de noviembre de 2010

Divergente subjetividad

Tantas veces alimente mi orilla magistral de subjetividades, fui barro derretido de insignia fugaz, desperté del transe repentino impertinente de tan antiguos abstractos clandestinos, esos tuyos y míos dispares, discordes, divergente opacidad. Pero tras ajenas construcciones soy volcán dormido de asperezas provocadas, las tuyas que ensangrentaron mi real suplicio a protegerte por encima de todas las cosas... Que magnificaron y subestimaron tus encantos de escénica posesión oscura e imposibilitada redención... Adición... Compasion.
No despliegues tu sumisa letra de acomodo, de reproche enmascarado, de altibajos compensados de nostalgia... Tiempo... Y del tiempo comprendido el perecido de amuletos, de falacias y lamentos... Por creerte, entenderte, de evitame por alarde... Cobarde... Tarde... Tarde lo roto de mi ahogado ensamble de memoria innesesaria, de atea complicidad...

A Voluntad...

Y la presión es extenuante, subversiva, sofisticada pero indescente, me enmaraña pero me encadena, me desarma como piedra al rio profundo sin esperanza por flotar... Esclava de supliscios, dependiente insomne no tienes nada para dar, eres pasado absorto de indulgencias, someras indulgencias de atónita subjetividad. Desenmascaras tu debilidad, cedes sin preguntar, eres parte y te sientes parte para variar; para variar... Que sobresalto pasivo, cognisivo, obsoleta incauta, destituida posibilidad... No me envenenes simplisidad, no me abnegues la inconsciencia de pelear, pierdeme somero abismo que alardeas de vanidad y no consigues un trago atado a voluntad... Mito insomne destituida estas, repliego de patrones no mentalizas dispariedad, lucete de anhelo poseído, lucete de ahínco, muerde polvo que enterrada estas... Vil reflejo copiado a levedad, vida robada de visiosa casualidad... De congruencia nada mas que tu fría voluntad y de realismo... Hipótesis: no faltaba mas...