domingo, 27 de diciembre de 2009

Una lagrima

Es el manto incandescente donde mis palabras se perdieron en un abismo, donde cada letra se mancho en tinta expirada que destilaba nostalgia, y ¿qué habría de decirte? si todo se esfumo tan repentinamente que olvide preguntar ¿por qué?, si el tiempo se detuvo cuando suspiraste con tu desdén incontenible y te marchaste, y yo me controle llorando calladamente porque no permitiría que me abrazaras compasivamente; porque me conocías, porque a pesar de todo nunca dejaste de conocerme y yo lo admití desangrándome intoxicada de recuerdos...
No era tiempo de nada y vislumbre el pasado tan surreal como la última gota de olvido clandestino, como si contuviera el deseo de perder de ti lo que nunca tuve, lo que admitías en pedazos fugaces en la oscuridad para mentir con esos ojos tuyos que hipnotizaron mis anhelos; pero admitiendo mi derrota me templé mientras camino contigo cada día prófuga por despertar al vacio en una lagrima que insistentemente me obligue a soñar una vez más...

No hay comentarios:

Publicar un comentario