sábado, 5 de marzo de 2011

Colisión de tempestades...

¿En que acabo, que era tiempo? Que estábamos predestinados y aun así no podíamos estar juntos, que encontramos la disparidad en nuestros contextos, que fueron más fuertes que tú y yo. Y a pesar de todo... Parecía poco importante...
¿Acabo? Si, en que no ibas a lastimarme, en que no permitiríamos que la ausencia se nos colara entre los dedos como agua fría, pero ahí estábamos, nos congelo, nos replegó, me arrepentí porque tú me orillaste, porque reconociste que en mis errores era más fácil rendirnos, porque mi yo impulsivo no iba a regresar y tú querías eso, pero no serias tu quien iniciara, no, por lógica, por coherencia, para evitar la pausa incomoda de ambición de posibilidades. ¿Por qué? Porque no podías, porque era complejo e incalculable pretender que era muy "fácil" decir no puedo mas... Porque por aptitudes y actitudes me correspondía... A mi... Me correspondía porque era mi parte... Porque era imposible que te tocase a ti... Y acabo... Disonante... Estúpido... Porque no hubo ambas partes, no hubo una con credibilidad... Todo fue magia de galaxias encontradas y no sabíamos pelear... Acabo porque huimos y no nos quedamos a llorar... Porque no esperamos que en la posible madurez relacional pudiéramos salir sin arriesgar... Acabo porque yo no me supe callar... Porque me acorralaste con tu banalidad, porque querías que yo lo hiciera y no contaste que me faltarían fuerzas para parar... Nos frenamos sin hablar y sugiriendo que era más fácil huiste como sin esperarlo... Y de mi.... No faltaba mas...

1 comentario: