sábado, 7 de agosto de 2010

Aquel momento...

De nocturnas apariencias escribí silencios, compuse contextos para buscar escusas y encontrarte… ahí… casualidad etérea…
De nocturnos espasmos vislumbre sombríos cantares de lluvia fría en abrazos furtivos de inspiración creciente…
De apariencias conspicuas comprendí lazos inexplicables de causes latientes y probabilidades inconscientes…
Y comprendí que de destinos complejos se construyen secretos de inquebrantables voces y constantes momentos…
De perfecta ironía comprendí que inigualablemente me impregne de ti presencial de tiempo… y sin complejo de ambigüedad te impregnaste en mi pensamiento; y de armas plagadas de instante encontré sucumbirte de encuentro a encuentro…
Imprescindible alarde de propiciar de mi tú el silencio, de lo dicho, tantas veces dicho... mirada de punzocortante aliento…

Sueño lucido...

Escucha… encuentra la congruencia de mis leras, encuéntrame laberinto de atadas conciencias, que no comprendo donde habito sin tu latido profundo que me ciega y me abandona, que te extraño por ausencia cognitiva y me enclaustro en moribunda esencia impersonal… hielo derretido de agua salada, de mareas turbias, fuera de foco me enloquezco… de vez en cuando me contengo… y mi locura permanente subjetiva a tu presencia sensitiva me pone altisonante, derrumba mis barreras ocasionales mientras hablo en letras a distancia, mientras aprisiono mis sueños lucidos de enmascarada ausencia templada de abismo… encarcelada… solitaria… quiero más… mas… (Te lo exijo... voluntariamente)... habitación oscura (silencio… paranoia… pesadilla), cueva de cristal… ausente… déjame mirarte que mi aliento se suicida con mi alma obtusa, ¡fuego!… ¿fuego?… (Demasiado fuego)… puedo quemarme si lo permites… si me permito recuperar la cordura y embalsamarme… escucha… relámpago en penumbras subjetivas… escúchame gritarte que me ahogo contingente oscuridad…