jueves, 25 de marzo de 2010

Silencios rotos

Imágenes descompuestas de memorias pasadas, recuerdos de ayeres olvidados, fanático antagonismo de perversión sumisa y retrograda, realidades… sólo eso… realidades; descubro que hay profundidad en lo vacio, encuentro la pizca de mi arrebatada inocencia arrancada en tumultos, en abismos... eres nadie de mis sueños pero sigues en mis sueños... no encuentro mi presencia... Déjà vu prohibido y atragantado en lo perdido de esa puerta inconsciente que se va de mi… conmemoro los momentos con sarcasmo, paso el viaje entre puertas que se abren, luces solidas de miedo, cenizas de persecución… no proyecto, evoco… y sutil mental de bajas propias, percance de vividas anécdotas que entre lobos aúllan sin remembrar en dudas, bosque incoloro de reminiscencias, rio purpura de paredes rotas… agua salada de llanto conspicuo… cierro los ojos y aquí estoy yo…

Fuego frio

Y respiro… no sé como argumentarlo pero respiro, mientras hablo y cierro los ojos, evidencio, inauguro momentos previos por exceso inigualable de situaciones que desafío… hostiles conversiones desplegadas de amantes moribundos que convengo y retengo mientras hablo, recuerdo mientras encuentro motivos… fatalizo mientras empiezo nuevamente a respirar… corro y duele, no pretendo correr más… pienso lentamente mientras te miro arrepentirte y sucumbo que nada vale para apostar… pude jugarte el alma y no valdría mis centavos, pude ganar en grande y perdí los limites conjugados… nunca fui yo… no tuve tiempo… atrapada en manecillas de juguete… y no digo más y respiro… no debió haber sido y perdí el aliento en el desgaste de ser olvido… el tuyo, el mío; y compre mi alma por desdeñarte a mis motivos… no encontré pruebas pero respiro, mecánicamente aprendí que busco más que fuego frio… y respiro buscando un suspiro…

jueves, 18 de marzo de 2010

Afán maldito

Te hablo a ti que desenredé el crepúsculo consiente de mis silencios para escribirte al vacio o a lo que sea… que matizo mis acciones del pasado porque te detesto por irte y lo hago a diario, lo hago mientras invento que ya no te recuerdo, mientras destilo la insignificancia de lo que fue para ti, y recuerdo que construí mi vida con absoluta destreza para escapar de tu amnesia… de la mía que no peleó y se rindió porque no sabía que el tiempo me alcanzaría, porque ignore que los años me harían mas fuerte y completaría mi perfecta imagen en nada parecido a ti… te hablo a ti que me has encadenado por años, a ti que daría lo que fuera por mirarte de nuevo como mero solsticio veraniego… pasajero y absurdo… a ti que continuaste con tu vida cuando me buscabas renuente y yo ignoraba tus señales… a ti que has hecho de mi, visiones obsoletas de imágenes creadas a semejanza… a ti porque te odio y amarte ahora seria absurda reflexión… a ti por mi presa voluntad… a ti que continuaste con tus cartas en blanco y mi tinta manchada de auxilios, a mi con mis promesas sin cumplir y tus matices degradados de mentiras… a nuestro afán de complementarnos e irnos por dependencia – independiente … y nada mas… encontré la verdad aislada… lo que nunca te diré por mis contagios repentinos masoquistas… porque nunca entendí lo perpetuo… porque nunca entendí lo perfecto… porque nada quedo… que pudiéramos perder mas allá de lo que no tengo… daría mis letras que han sido tuyas… y no esta magia imaginada… enterrada… fanfarroneos de mi pasado… de tu pasado turbio y olvidado… ¿no lo entiendes? Jamás lo entendiste y ya no estoy para aclararlo… pero léeme de una vez y márchate… descríbete y encuéntrate entre hojas quemadas… que soy humo translucido de las mismas… afán maldito intoxicante…

Recuerdo...

Recuerdo verte partir… atónita de lagrimas y anhelos, recuerdo mi complicación al abrazarte y no pedir que te quedaras, recuerdo mi perspicacia para endurecer conscientemente las memorias y conmocionar acciones ya vívidas en sentimientos nostálgicos inherentes, recuerdo que te pedí a gritos recogieras tus pedazos de mi vida y jugaras con mis propósitos para no volver a desearte, y tu huiste para darme gusto porque tampoco soportarías depresivamente la noche oscura… te recuerdo a ti en mi paso a paso y recuerdo mi pérdida por la tuya voraz y alarmante, recuerdo que lloré mientras callaba y que no notaste ni un segundo que me derretiría para siempre en el miedo de volver a sentir este vacio... Recuerdo que soy un tempano día con día por partirme en dos con mis contextos, recuerdo que encontré levedad en mis deseos y por peso subjetivo entendí que contigo… no puedo estar sin perderme… recuerdo que no puedo olvidarte y con proyección renuente me enredo en sabanas frías que no son ni mías… recuerdo desesperadamente que tengo insomnio por soñar contigo, por vivir perdida en recordar tu espera, que esperar no tiene nada que ver conmigo porque somos diferentes y así ha sido siempre… recuerdo que ya no me importa y me duele demasiado admitir que te recuerdo… no quiero nada de ti, nada que no haya tenido, no quiero despedirte… no puedo con la imagen única de ti partiendo… recuerdo… si recuerdo que lo último que vi de ti… fue ese instante en el que te alejaste de espaldas mirándome a los ojos hasta que te perdiste de mi vista… sí… mi mirada que ha tragado lagrimas nocturnas y sollozos inconscientes de amanecer…

sábado, 13 de marzo de 2010

Pedazos

Suave briza, me apedreaste, pero soy escarcha y no puedes tocarme… eres sal constipada de nostalgias inmune a mis caricias por miedo, eres veneno caducado por qué quieres y despedazas monumentos en paredes ilusorias, eres carencia de mi por anhelo de ti, posesivo afán de menesteres olvidados, juegas puñados de tierra y remolino de blasfemias condensadas; golpeas para dejar de sentirte débil porque amenazas con romperte por cortante y frágil terror demente, concédeme esta pieza de añoranza… vacio… piedra perdida y atrapada en mi zapato viejo… desenrédate de mis lamentos… fragmento incoloro de confianza… que aferras mi muerte a tu vida escabrosa de vaivenes que se prostituyen por un pedazo de nada… nada queda de mi que no hayas tragado compulsivamente, gula morbosa de estímulos - respuestas, poderío atónito convergente de fracasos… emparédate y grita ahogo como susurro moribundo… deja que te ignore por desdén o complacencia, deja que te ame en insolvencia… deja que te venda a mi conciencia…

jueves, 11 de marzo de 2010

... y jugando

Y jugando a ser destino amaneciste de lagrimas rotas, desmedidamente vivo en penumbras de ilusiones y recuerdos... recuerdos... y jugando a ser destino manipulé nuestros instantes, esos momentos imperturbables... ficticios... y jugando a ser destino quedé exhausta a tus pasiones y las mías pasivas predicciones de una lluvia acida marchitando mis espinas... y jugando a ser destino contemple memorias de un abismo idolatrado que idealicé con perspicacia absolutista… y jugando a ser destino devoré mi ego por palabras, mi mirada por miradas, mi consuelo en esperanza… y jugando a ser destino aposté en vida para perder la suerte… muerte obscura de mi temple… y jugando a ser destino pague sueños prohibidos por este insomnio inerte…

lunes, 1 de marzo de 2010

Déjà vu

No sé si te amé (¿amor?), ¡Ja! Claro que si… no sé si cerré los ojos y descubrí que eras tú la magia penetrante de mis suspiros; no sé como vislumbrar de ti lo que no tengo para dar, o como decirte hoy que no es más que tiempo lo que me tiene atada irreversible a cada paso de ti… ¡ironía! (hazaña de memorias por vivir… ¡carajo! “ya no tengo ganas de sentir”); no sé si encontré felicidad, y si fuera así, no sabría como decírtelo, no sé si escucharía de ti palabras rotas o vulnerarias mi talento en el tuyo… la inspiración que hasta hoy de es mi salvación… profunda; no sé si quiero estar contigo pero habría intentado todo por hacerlo realidad, no se lo que necesito de mi, pero contigo contemple lejanamente la verdad profunda de ilusiones para dar… las mías, que fueron tuyas con cada uno de nuestros pasos y que si “nuestros”… contemplo hoy el fracaso de un amor obsoleto que volverá sólo a mis brazos; recuérdame tus silencios, recuérdame tus palabras, cuando encontré de ti el momento más perfecto, y de imperfecto la absolución de mi renuencia a maldecir mis intenciones por miedo a maniatarlas, recuerda que nadie perdía… yo perdí cuando me enamore… tu perdiste cuando te ahuyentaste por tus sentimientos … y pacificaste con la ironía de vivir la vida como es “absolutamente debido”… por absoluta perfección… por mi falsa condición… por partirme el corazón; y de vivir tus emociones como yo quise vivirlas contigo y así como lo hago ahora, pienso en ti… como no debí hacerlo… pienso en ti, no como la última nota sino aquella que me hace soñar contigo… pienso en ti, porque está claro que de letras es todo lo que tendrás de mi… He dicho todo y no tengo nada que decir…